El viernes amaneció soleado y caluroso, que diría un locutor meteorológico. Y bajo el solo nos dirigimos al instituto Río Turia, donde tenía lugar el Otakuart. El stand que nos había tocado en suerte no podía estar mejor situado: Dentro del edificio, justo al lado de la puerta trasera, con una agradable corriente de aire sólo para nosotros.
Y empezó la cosa:
Vayan fijándose en la evolución del panel
de fondo según pasan los días...
El primer día, sobre las 12, presentamos el segundo número de la revista, que habíamos sacado para este evento. La cosa fue familiar, pero como dicen, más vale calidad que cantidad. En la presentación estuvieron María Eugenia López, Nahúm Rivas, y Carlos Cuesta (más conocido por todos como Litos), y los dos últimos estuvieron firmando ejemplares tras contarle a todo el mundo lo guays que somos, lo mucho que se pierden por no comprar la revista, y lo guapos que somos todos, así en líneas generales.
Litos y Nahum, dándolo todo.
El ambiente del viernes ya vaticinaba cómo iba a ser el fin de semana en general; porque el instituto se llenó de adolescentes con poca ropa y gente empapada de agua por las actividades - o porque les había dado por ahí - y churruscada por el sol. Lo que llamaríamos un ambientazo, vaya.
Tras pasar una noche bastante accidentada por los gritos de alguna quinceañera en celo en la zona de acampada del Otakuart, nos levantamos con fuerzas renovadas - o algo - para enfrentarnos al día fuerte: El sábado.
¡Las noches en el gimnasio fueron toda una aventura!
Día azaroso, en el que el número de adolescentes se multiplicó - era virtualmente imposible llegar a los lavabos de los baños, estaban demasiado plagados de gente retocándose el maquillaje -, y las actividades y stands no pararon ni un momento, incluyendo a nuestro querido Litos y su taller de cómic, así como el concurso de dibujo al que se presentó - y quedó finalista!! -.
Los dibujos en el panel de fondo se van multiplicando...
Litos estuvo dibujando prácticamente los tres días
El pasillo estuvo bastante transitado durante
todo el día.
La segunda noche la gente no tenía ya tantas ganas de gritar, estábamos todos agotados tras dos días de actividades y ventas, así que todo fue mucho más silencioso.
Y el domingo, además de la final del concurso de dibujo y la entrega de premios, lo pasamos hablando con los compañeros del stand de al lado y con la gentecilla de Webcomics En Español, que también asistió al evento a darlo todo.
Al final no quedó sitio para seguir poniendo los
dibujos que Nahum y Litos iban haciendo.
En resumen: Mucho sol y calor, mucha diversión, gente encantadora, un trabajo soberbio por parte de la organización - muchos besos a todos los de Studio Kat, y muchas gracias por hacer el Otakuart posible! - y ganas de repetir el año que viene.
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